En plenos Juegos Olímpicos, la similitud de dichas competencias con la vida, es evidente.
Cada día, un reto nuevo, con diferentes obstáculos a superar, competidores en tu entorno de los que aprendes mucho, y la oportunidad de ganar.
Ganar… una palabra que muchas veces no logramos comprender. Nuestra mente suele limitarnos a creer que ganar significa adquirir algo, tener una medalla en el cuello o subir a un podio. Y ganar va mucho más allá de eso…
… Ganar significa superar tus retos. Crecer, al compararte con quien eras ayer. Valorar el apoyo de ese equipo, llamado familia y amigos, que siempre tienes a tu lado, animándote y amándote en cada paso del camino. Entregar lo mejor de ti, con pasión y determinación. Desarrollar en ti disciplina, constancia, esfuerzo y resiliencia. Soñar, soñar en grande, con la mirada puesta en la meta. Representar a todo un país, que es el hogar que siempre te abraza con calidez. Atesorar la admiración y respeto de cada persona. ¡Eso es ganar!
Y por supuesto que la competencia, al igual que la vida, no es fácil. Requiere sacrificios, sudor y hasta lágrimas, antes de llegar a acariciar la alegría, la victoria y los logros.
Es por todas estas razones, que es evidente que nuestros atletas guatemaltecos HAN GANADO.
Llegaron de un país que los admira y apoya, pero está cundido de falsos “gobernantes” que les han robado las condiciones, recursos y medios que facilitarían el trayecto. Ante esa realidad, tenían dos posibles actitudes a adoptar:
– Resignarse y pensar que todo lo que no tienen les impediría llegar lejos.
– Ser fieles a sus sueños y usar la adversidad como trampolín para impulsarse y saltar por encima de ella.
Nuestros atletas adoptaron la actitud correcta. No se excusaron detrás de lo que les falta. Adoptaron el reto con entereza, determinación y voluntad. Y como resultado, ¡BRILLARON! En sus disciplinas llegaron lejos, dando el ejemplo no solo como atletas, sino también como personas. Y es así como nos demuestran que la única medalla de valor que puedes tener colgada en tu cuello, es tu actitud.
¿Con qué actitud compites hoy en las Olimpiadas de Vida? Estás aquí para brillar. ¡Sueña, esfuérzate y logra!
Con afecto,
Mafer Jiménez