Es la época navideña, días repletos de luz, ilusión, amor, buenos deseos y oportunidades para compartir con las personas más importantes en nuestra vida. En cada una de estas oportunidades, buscamos agradar a esas personas con regalos, que pueden ser pequeñas o grandes muestras de amor.
Cuando se refiere a nuestros hijos, esos regalos se vuelven aún más esenciales e importantes. Buscamos darles todo lo mejor y complacer los sueños y deseos que surgen en su corazón.
¿Qué será lo que los hace más felices? ¿Los juguetes que reciben o los momentos que viven al jugar con ellos? ¿Los objetos que los rodean o el amor con el que se los regalan?
Indiscutiblemente, los recuerdos que se construyen en la infancia son ese tesoro que guardamos toda la vida en nuestro corazón. Como padres, el mejor regalo que podemos darles, es regalarles esos momentos únicos.
El tiempo es el álbum de todos esos recuerdos. Regalar tiempo es sinónimo de regalar felicidad. Un padre que regala tiempo de calidad a sus hijos, les recuerda que son lo más importante en su vida. Ese tiempo que comparten juntos los recubre de una capa de amor que los protegerá a dónde vayan.
El regalo del tiempo no tiene un costo alto, no implica un esfuerzo sobrehumano, no requiere de tecnología de punta, de los mejores juguetes o las marcas de moda. El regalo del tiempo sólo requiere mantener clara la idea de que el futuro llega a cada segundo y tus hijos crecen en cada uno de ellos. Cada segundo que se va, se va para siempre.
En esta Navidad, regala más caricias en sus mejillas que en la pantalla de tu teléfono. Regala risas que alejen el estrés. Regala amor incondicional, que puedan compartir con todos alrededor. Regala sueños al adentrarte en su mundo, jugar e ilusionarte como lo hacías de niño. Regala aventuras inolvidables en familia. Regala la certeza de que tu tiempo con ellos tiene mucho más valor que nada en el mundo.
Tus hijos son tu regalo más valioso. ¡No hay tiempo que perder!
Maria Fernanda Jiménez | Psicopedagoga | e-mail: maferjimenez@potenciare.com