La felicidad es esa emoción que inunda todo nuestro ser, que nos permite sentirnos plenos y optimistas. Suele ser la emoción por la que todos mostramos predilección y por ello se ha transformado en una constante búsqueda. Generalmente, posponemos la felicidad justificando que al adquirir algo más, o al lograr cambiar algo que nos tiene inconformes, realmente nos sentiremos felices en el futuro.
Sin embargo, la felicidad no es un destino, es el trayecto. Es encontrar el deleite en cada instante, en cada persona, en cada experiencia y en cada sonrisa. Es apreciar lo positivo en lugar de reprochar lo negativo. Suena simple, pero en medio de la rutina y la cotidianidad, la felicidad suele dejarse de lado.
Por lo tanto, la interrogante es: ¿cómo priorizar y vivir dicha felicidad? La respuesta es muy sencilla, en casa cuentas con los mejores maestros de la felicidad. Tus hijos, los niños, realmente tienen una maestría en disfrutar la felicidad y por ende son el mejor ejemplo a seguir.
Los niños se ríen un promedio de 400 veces al día, mientras que los adultos se ríen un promedio de 30 a 40 veces. La risa es la manifestación de la felicidad y tiene múltiples efectos positivos en nuestro organismo, estado emocional y mental. Pero la felicidad genuina de los niños, llega mucho más allá. Los niños ven absolutamente todo como si fuera la primera vez, se dejan sorprender por ello y disfrutan la experiencia como si fuese a ser la única. Los niños encuentran la alegría en las actividades más simples e incluso en los juguetes menos sofisticados, porque saben que la felicidad no es un bien material, es un bien que se encuentra dentro de ellos. Los niños regalan sonrisas por doquier y actúan de forma espontánea, sin preocuparse del qué dirán. Los niños están cargados de energía y la usan al máximo cada día. Para los niños, cada día es realmente una vida y no les gusta desaprovechar ni un solo instante de ella.
Adopta su ejemplo y promueve la felicidad en tu casa:
Se acerca el día para festejar a nuestros niños. Este 1 de octubre, además de ser el día del niño, es el día de celebrar su esencia que a su vez es la esencia de la felicidad. Tus hijos sólo tienen una infancia, de ti depende hacer que sea una experiencia extraordinaria que los acompañará el resto de su vida. ¡Feliz día del niño para ellos y para ese niño(a) que creció hasta convertirse en quien eres hoy!
Maria Fernanda Jiménez | Psicopedagoga | e-mail: maferjimenez@potenciare.com